miércoles, 3 de octubre de 2012

Volviendo de la historia, el apacible mundo de la costa de Empedrado, Corrientes, Argentina

La vuelta involucró los mismos accidentes, embarrarse, trepar, mojarse, la gran diferencia consistió en haber trocado ansiedad por fascinación, pero haciendo justicia la vuelta me deparó los colores de unas islas de arena, cursos de agua eternamente marrones y barcos listos para la pose perfecta. Tomé contacto con la ciudad pasadas las 14.00, habían transcurrido 6 horas desde la partida y 98 años de historia encerradas en medio de una selva que se tornó protagonista.
El sol del mediodía dictamina que no es hora de andar sacando fotos, así que aprovecho un tiempo para involucrarme en la comunidad, aprendiendo sobre ella y sus protagonistas, busco la tarde para continuar la historia ahora teniendo como actor principal la barranca, símbolo de la ciudad y referente importante en el recorrido del río marrón, arteria principal del planeta litoral, mi planeta, el que estoy descubriendo un poco tarde, maldición y autocrítica mediante.

2 comentarios:

  1. Sou uma brasileira apaixonada por estas terras, suas barrancas, cidade e pessoas. Amo este lugar como um tesouro que trago muito bem guardado dentro do coração. Lindo seu texto e na verdade, nunca é tarde para descobrir pedras tão preciosas. Saludos!

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  2. Muchas gracias, por tan bellas y ciertas palabras sobre un lugar poético y fascinante.
    Saludos!

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