domingo, 8 de septiembre de 2013

Un imperdible, San Lorenzo, Santa Fe, Argentina

Crédito: Museo Histórico Nacional 
Durante 1813 los realistas habían establecido el último bastión del Virreinato del Río de la Plata en Montevideo, ciudad que se hallaba sitiada y asediada por Rondeau y Artigas. Para abastecerse de alimentos los españoles realizaban incursiones navales por la costa del Río Paraná. El 13 de febrero de ese año, 250 hombres desembarcan en las costas de San Lorenzo y prontamente fueron sorprendidos por el cuerpo de Granaderos a Caballo comandados por el coronel José de San Martín.
Fue un combate fulminante que duró apenas veinticinco minutos, la tropa se dividió en dos y atacó con sorpresa siguiendo un esquema de pinzas , el grupo de San Martín lo hizo por la izquierda y el otro comandado por el capitán Justo Bermúdez lo hizo por la derecha. Estaban muy cerca de la barranca del río por lo que muchos realistas terminaron arrojándose por el precipicio.
En esa contienda varios nombres quedaron grabados en la historia grande, el correntino Juan Bautista Cabral, el puntano Juan Baigorria y el capitán Bermúdez, los dos primeros por haber salvado la vida de su comandante. El historiador Oscar Delponte se refiere al famoso episodio que vincula a ambos
"En realidad el verdadero héroe fue Juan Baigorria quién mató al realista que iba a ejecutar a San Martín, aunque es cierto que Cabral hizo lo suyo interponiéndose ante quien lo iba a matar. Cabral murió y Baigorria siguió en la lucha destacándose en la Campaña de los Andes.
Pintura de Fray Pedro Subercaseaux Errázuriz
En relación al momento de la muerte de Cabral y sus famosas palabras que quedaron grabadas para siempre, hay historiadores que sostienen que la frase "Muero contento, hemos batido al enemigo", fue dicha por el soldado en guaraní y traducidas posteriormente por San Martín, pero al parecer en verdad las palabras habrían sido menos elegantes pero mas contundentes "Muero contento, porque cagamos a esos mierdas". Otra curiosidad tiene que ver con el rol del oficial español Juan Antonio de Zabala, comandante realista, que una vez derrotado se presenta ante San Martín para pedir alimentos para sus soldados heridos, ante lo cual éste lo convida con un suculento desayuno. Un año después en Mendoza Zabala le ofrece sus servicios y éste acepta. La lectura posible es que en lo profundo del episodio subyace la tendencia a confluir entre los revolucionarios americanos y españoles, sustentados en los derechos del hombre y el ciudadano, quienes hablaban de igualdad, fraternidad y libertad creían que había que obrar consecuentemente con los principios sostenidos.
Fuentes consultadas// Notas de Télam del 03/02/2013 y de Carlos Rodriguez para Página 12 también del 03/02/2013, día del bicentenario del combate.
Obra de Julio Fernández Villanueva
Una visita por el complejo de San Lorenzo debe incluir la visión del pino histórico, ahora desgraciadamente seco, árbol de 1790 bajo el cual San Martín redactó el parte de combate del 3 de febrero de 1813.
También no debe dejarse de visitar el Complejo Museológico Pino de San Lorenzo, que contiene el Museo de Árboles Históricos y el Sanmartiniano, en el primero un corto vídeo completa la visión de las láminas expuestas, en el segundo caso siguiendo las mas novedosas estrategias de motivación a través de dioramas se exponen 19 escenas de la vida y obra del General San Martín. Los dioramas son pequeñas construcciones en tres dimensiones que conforman una exacta réplica de una situación real, todo acompañado con textos, sonidos, silencios y oscuridades que dirigen la atención a un único punto de interés evitando la dispersión por abundancia que puede surgir en otras formas de presentación museológica.
El patio trasero que linda con el colegio invita a la caminata hasta los fondos del convento, próximamente se completará la obra con el traslado del Museo de Historia Regional a una dependencia ya construída.
El recorrido por el conjunto histórico prosigue con la visita al Museo Conventual San Carlos, establecido en un convento franciscano de 1790, como es un sitio muy grande conviene programar muy bien los horarios de antemano para no encontrarse por ejemplo con la iglesia cerrada, o la hora del almuerzo a mitad de camino, es un paseo de medio día completo, con tiempo por la tarde para recorrer el Campo de la Gloria y el nuevo paseo sobre las barrancas del gran río marrón.
Los espacios interiores del convento guardan a la antigua capilla hoy convertida en Museo de Arte Sacro, la Sala de Profundis, antesala del comedor, el Refectorio o comedor propiamente dicho y la Galería de los Escudos entre otros, albergando cada una de ellas piezas que requieren su tiempo de contemplación.
El exterior contiene al Patio Conventual., al Cementerio y una zona de claustros hoy acondicionada con diversos temas representativos de la época.
Saliendo ya del complejo, enfrente se ubica el Campo de la Gloria, terreno en donde ocurrió el combate, no hay fotos del mismo porque cuando salimos ya entrado el mediodía, doce millones cuatro mil cuatro personas y media se habían apropiado del mismo predio y como no soy afecto a tomar fotos con aglomeraciones dejo para la sorpresa del posible visitante el descubrir de que se trata, eso sí atraviesen el terreno por el centro no por las veredas perimetrales, pisen la tierra que sirvió de tablero de ajedrez para ese combate preciso que abrió las puertas a la futura liberación de la mitad del continente.
Y para finalizar, el río, nunca puede faltar el río. Recuerden el tema de los horarios y la extensión del paseo, que puede continuar con el Museo Regional, ubicado a unas cuatro cuadras del complejo o con una visita al complejo del ACA en Villa la Rivera para matear a orillas del Carcarañá.
Va enlace al sitio de la Municipalidad de San Lorenzo,ahí se especifican opciones y horarios.


Para que la hora no pase nunca