viernes, 19 de octubre de 2012

Dios, el diablo y La Carolina, Corrientes, Argentina


Colonia La Carolina está edificada sobre una calle larga, larga.
Hacia la mitad del recorrido y junto a la Plaza del Labrador se ubica la iglesia del Dios bueno, abierta, luminosa con un Cristo que pareciera flotar delante del altar, sencillo y colorido. Pero la Capilla del Diablo no aparecía y muchos lugareños no recordaban su ubicación, extraño, ya que estábamos a menos de 1km.
La historia cuenta que la capilla fue erigida por un inmigrante italiano, ávido lector del Dante, y resultó ser que en algún momento este personaje salvó su vida en medio de una fortísima tempestad, y ante el hecho prometió levantar una capilla, cosa que llevó a cabo tiempo después en tierras correntinas. En el frontispicio del altar se aprecian labradas en madera imágenes diabólicas y de seres fantásticos, circundando un gran retrato con su foto. En una oportunidad lugareños de la zona incendiaron la capilla, pero fue finalmente restaurada.
Desgraciadamente estaba herméticamente cerrada y desde afuera no se vislumbraba ningún símbolo satánico, es más comentan que fue tristemente depredada.
Vuelvo para Goya, dejo a la Virgen del Buen Consejo, o al innombrable, imagino batallas en tierras fantásticas entre las dos fuerzas, dragones, espadas, seres grotescos, y en realidad tanta imaginación me despertó el apetito, había pasado el mediodía y la vuelta estaba cerquita, lástima.

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