lunes, 29 de octubre de 2012

El Palacio Piria, Punta Lara, Buenos Aires, Argentina


El Palacio Piria es una construcción de principios del siglo XX (1907 y 1910 ), ubicado en Camino Costanero Almirante Brown entre 26 y 40 de la ciudad de Ensenada, provincia de Buenos Aires, propiedad de Luis Castells. A mediados de 1926 fueron adquiridos por Francisco Piria, quién se muda con su familia y modifica elementos de la estructura original.

La habitaciones del primer piso fueron revestidas en maderas talladas por artistas uruguayos, mientras que en el salón de los espejos, sala central adornada con espejos biselados, cambió los herrajes por otros de bronce trabajados a mano. Luego de convertir la mansión en un suntuoso palacio, Piria se aboco a la tarea de convertir la región en lo que denominaría “Dorada costa del Río de la plata", para ello propuso a las autoridades provinciales la construcción de un camino que uniera la ciudad de La Plata con Punta Lara, sin pasar por Ensenada, ofreciendo a cambio la manutención de las playas. La burocracia fue pasando el proyecto de mano en mano y cansado Piria volvió a Uruguay, para esa entonces ya tendría cerca de 80 años. En 1947, el Palacio y las 141 hectáreas que lo rodean pasan a manos del Gobierno Provincial por donación de la familia Piria, para uso residencial de los gobernadores, hecho que no se concretó, siendo usada la construcción como albergue para niños huérfanos. En definitiva fue cedida a la Municipalidad de Ensenada que terminó perdiendo los derechos al no poder hacerse cargo de su restauración y mantenimiento.
Desde el año 2000 se vienen realizando gestiones para su recuperación y a pesar de ser declarado Patrimonio Histórico Provincial, hasta el día de hoy es un dignísimo exponente de nuestra Argenruina.
El Piria se hunde cuán Titanic en las turbulentas aguas de la burocracia, el desinterés y la mezquindad, espero que el inevitable derrumbe no llegue antes que alguna gestión salvadora para este pedazo de historia que pareciera estar cerca de su definitivo destino de escombro.

lunes, 22 de octubre de 2012

El río de todos los ríos, Punta Lara, Buenos Aires, Argentina

Confieso que nunca había fotografiado al Río de la Plata del lado argentino, por eso cuando mi anfitriona platense me propuso la vista del mismo aprovechando el clima adverso, enseguida entendí que podríamos estar ante algo muy bueno, y sí, desafiamos una llovizna que se transformó en lluvia, una lluvia que amenazaba crecer hasta alcanzar el tamaño de tempestad, pero que al final se engalanó de arco iris para agigantar aún más la infinita estampa del río de los ríos. El sitio corresponde a un muelle abandonado de un sindicato, que ayudó a incrementar el tono dramático que ameritaba esa tormenta y frente a él, las infaltables cañas de unos infaltables pescadores que no saben de malos tiempos, ya  que nada se interpone entre ellos y su pasión. La vuelta me deparará la sorpresa de un palacete derruído frente al río, motivo de una próxima entrada.

domingo, 21 de octubre de 2012

Cielos pintados para un final de viaje, Goya, Corrientes, Argentina

No me canso de repetir la emoción que me produce contemplar una puesta de sol, motivada seguramente por la ausencia de la misma durante la vida urbana, bueno aquí en la costanera de Goya me volvió a suceder, jejenes mediante, y cuando esas imágenes se convierten en las últimas que voy a obtener después de tres días muy intensos y vívidos aún se magnifican un poco más.
Se encendieron las luces, las familias con chicos ensayan la partida, los grupos de jóvenes se animan aún más y yo parto hacia la Iglesia La Rotonda con la idea de admirarla iluminada y abierta, son apenas unas 12 cuadras, cuadras de barrio con gente sentada en la vereda tomando mate, con chicos en las esquinas tomando mate, con vecinos conversando de pié en la vereda tomando mate, me acerco y comienzo a entender que en lunes el templo no va estar ni abierto ni iluminado, llego y sí ni abierto ni iluminado, tan sólo unas cuantas luces sobre la escalera de ingreso, tomo unas fotos que a posteriori no me complacieron así que aquí se cierra una nueva aventura que con creces superó la expectativa inicial. Vuelvo al Taragüí, paso por la plaza, desandando pasos que construí en más de una ocasión y como siempre digo hasta una nuevo viaje, en esta oportunidad ya concretado, 1100km al sur de este lugar.

sábado, 20 de octubre de 2012

La Rotonda, Goya, Corrientes, Argentina

Primera hora de la tarde de un caluroso lunes, parrilla al final del casco urbano, cantidad de cubiertos disponibles, digamos unos sesenta, cantidad de comensales, uno.
-Por favor prepáreme una parrilladita para uno
-Déjelo en mis manos.
Mientras tanto frente al televisor un niño pequeño se entusiasmaba con las aventuras de el Zorro, cada tanto se volvía hacia mi buscando que compartiéramos el desarrollo de alguna escena, venía hasta la mesa con una improvisada espada e intentaba atravesarme de lado a lado, que gurisito tan simpático mascullaba el viejito vinagre.
Viene el asado, en realidad supongo que era todo el asado que habrían preparado para la ocasión, intuyendo vendría para el almuerzo la barra brava de Boca, un contingente de 250 italianos hambrientos o quizás los seguidores de los redondos, tres chorizos, tres morcillas, asado para doce, pollo, vacío, chinchulín para la tripulación de la Fragata Libertad, nada marcado, todito recién asado, bueno le entraremos hasta donde pueda pensé y sobre todo si Don Diego no me mata antes. De repente, la oscuridad, un corto afuera dejó el salón a oscuras, el aprendíz de espadachín azorado, el futuro participante de cuestión de peso agradecido.
-che cortó la lú
-sí, afuera
-nooo, afuera le hay, ta el sol.
La luz no volvió, la carne estaba exquisita, Dieguito se fue a espadachear los autos que pasaban, pagué, acepté disculpas, agradecí la generosodad y salí para intentar llegar a la Rotonda, la enigmática iglesia ubicada a unas quince cuadras de Texas o Baja California.
Erigida gracias a una decisión testamentaria de la dama goyana Sinforosa Rolón y Rubio, la obra podría haber sido inspirada en el arquitecto italiano Francisco Pinaroli por su emblemática “Villa Capra” de Vicenza (Italia 1566) de planta circular y de cruz griega, denominada La Rotonda en la bibliografía universal del arte,.
Otras teorías del origen de la Iglesia  van, “desde planos entregados por el Papa Pío IX a Sinforosa en oportunidad de la visita que le concedió en el Vaticano presuntamente del Panteón de Roma como algunos afirman. En esa ocasión ella efectuó un valioso aporte en monedas de oro al mismo, hasta su inspiración en la Catedral de Superga y en la Iglesia del Domo en Los Inválidos de París”.
El ingeniero Pedro José Coni fue el profesional contratado por los albaceas para la construcción del sueño dictado en febrero de 1886 por la ilustre dama
El profesional recreó el diseño inspirador acordando al mismo tiempo las nuevas concepciones arquitectónicas que se produjeron entre los siglos XVI y XX, y la familiaridad entre ambas es evidente aunque su finalidad fuera diferente, Villa Capra fue una morada familiar y La Rotonda una iglesia. La construcción se inició en el 1900 y concluyó en 1904.
La noche anterior viniendo de el puerto la había visto iluminada, y el espectáculo visual era imponente, por ese motivo me propuse verla de día y volver por la noche, de día, por la hora estaba cerrada, de noche, lunes feriado, seguía cerrada y a oscuras.
Vuelta al Taragüí, son las 15.30, hace calor, tengo calor, saldré tipo 17.30 hacia la costanera para disfrutar de la última puesta de sol correntina y luego no me quedará otra mas que volverme a la reclusión casi perpetua que significa la cotidiana vida en la ciudad.

viernes, 19 de octubre de 2012

Dios, el diablo y La Carolina, Corrientes, Argentina


Colonia La Carolina está edificada sobre una calle larga, larga.
Hacia la mitad del recorrido y junto a la Plaza del Labrador se ubica la iglesia del Dios bueno, abierta, luminosa con un Cristo que pareciera flotar delante del altar, sencillo y colorido. Pero la Capilla del Diablo no aparecía y muchos lugareños no recordaban su ubicación, extraño, ya que estábamos a menos de 1km.
La historia cuenta que la capilla fue erigida por un inmigrante italiano, ávido lector del Dante, y resultó ser que en algún momento este personaje salvó su vida en medio de una fortísima tempestad, y ante el hecho prometió levantar una capilla, cosa que llevó a cabo tiempo después en tierras correntinas. En el frontispicio del altar se aprecian labradas en madera imágenes diabólicas y de seres fantásticos, circundando un gran retrato con su foto. En una oportunidad lugareños de la zona incendiaron la capilla, pero fue finalmente restaurada.
Desgraciadamente estaba herméticamente cerrada y desde afuera no se vislumbraba ningún símbolo satánico, es más comentan que fue tristemente depredada.
Vuelvo para Goya, dejo a la Virgen del Buen Consejo, o al innombrable, imagino batallas en tierras fantásticas entre las dos fuerzas, dragones, espadas, seres grotescos, y en realidad tanta imaginación me despertó el apetito, había pasado el mediodía y la vuelta estaba cerquita, lástima.

jueves, 18 de octubre de 2012

Óxidos, descubrimientos y reencarnaciones, Corrientes, Argentina

Siempre debo estar agradecido a quienes me van aportando datos sobre sitios locales no difundidos para el turismo lejano, en este caso me sirvieron para descubrir Lavalle y el Paso Bajo Robles, lugares que desconocía totalmente y que preguntando, hablando y contando fueron apareciendo en escena. Las siete primeras tomas corresponden a un pueblo ubicado sobre el Paraná a unos 12km al N de Goya, que oportunamente contenía un encallamiento con la suficiente cantidad de óxido para encantarme a primera vista, su capillita austera y cerrada, una plaza grande y vacía, casas de fin de semana que se codean con viejas construcciones abandonadas, arena en sus calles y un monasterio bastante escondido, pero con refacciones que serán confortables para los allí morantes, pero con poco valor fotográfico para mi gusto. Pasado Lavalle la próxima sorpresa consistió en encontrarme con un viejo puente levadizo ubicado en un lugar conocido como Bajo Robles, tiene un aire al de Santa Lucía por lo que considero ha sido resultante del manejo de una tipología común para este tipo de construcciones. En el intento de llegar nuevamente a la RN12 apareció en cuadro el amigo que ilustra la última foto, poseído, distraído, ensimismado ni se inmutó al paso del auto, no manifestó emoción, sorpresa, ira, alegría o susto al acercarme, al hablarle, al amenazarlo con la confección de una multa por estacionamiento indebido, e inclusive hasta con la posibilidad de remisión al corralón por la misma contravención, nada, tieso el hombre, me fui previo saludo obviamente no correspondido y me dije, y si era una reencarnación del mismísimo Mahatma en pleno estado de nirvana, lo parió..., bueno la Capilla del Diablo era el nuevo punto a encontrar, el último de la mañana del último día de esta sustanciosa aventura correntina que no paraba de asombrarme.