Cae la tarde y el agua se llena de colores crepusculares, el pequeño puerto ofrece a través de su agua oscura un espectáculo de nubes amarillentas, destellos naranjas, celestes ocasionales, profundas sombras negras, y cuando algo la agita Quinquela Martín y todo el impresionismo se hacen presentes dando un carácter de magnificencia a la contemplación.
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