domingo, 21 de octubre de 2012

Cielos pintados para un final de viaje, Goya, Corrientes, Argentina

No me canso de repetir la emoción que me produce contemplar una puesta de sol, motivada seguramente por la ausencia de la misma durante la vida urbana, bueno aquí en la costanera de Goya me volvió a suceder, jejenes mediante, y cuando esas imágenes se convierten en las últimas que voy a obtener después de tres días muy intensos y vívidos aún se magnifican un poco más.
Se encendieron las luces, las familias con chicos ensayan la partida, los grupos de jóvenes se animan aún más y yo parto hacia la Iglesia La Rotonda con la idea de admirarla iluminada y abierta, son apenas unas 12 cuadras, cuadras de barrio con gente sentada en la vereda tomando mate, con chicos en las esquinas tomando mate, con vecinos conversando de pié en la vereda tomando mate, me acerco y comienzo a entender que en lunes el templo no va estar ni abierto ni iluminado, llego y sí ni abierto ni iluminado, tan sólo unas cuantas luces sobre la escalera de ingreso, tomo unas fotos que a posteriori no me complacieron así que aquí se cierra una nueva aventura que con creces superó la expectativa inicial. Vuelvo al Taragüí, paso por la plaza, desandando pasos que construí en más de una ocasión y como siempre digo hasta una nuevo viaje, en esta oportunidad ya concretado, 1100km al sur de este lugar.

1 comentario:

  1. Goya pora, me encantaron las fotos y como fuiste describiendo todo. Me dieron muchas ganas de ir a la cijdad invierno,nunca habia escuchado de ella. Goya conozco porque mi familia paterna es de ahi, mis abuelos vivian en el barrio san ramon de la iglesia a media cuadra, cuanta melancolia me dio ver las fotos. Gracias por compartirlas.

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