domingo, 29 de julio de 2012

La ciudad de la calma, Victoria, Entre Ríos, Argentina

Las doce últimas, doce miradas que incluyen al conjunto Municipalidad-Catedral, a los atriles que esperan sus partituras en la plaza principal, al ángelito a punto de huir de su atadura de piedra, al sol que alumbra cada mañana y cada noche también, a la dama que eternamente camina hacia la historia, al mercado centenario, al detalle austero dentro de la iglesia mayor, al frontis recién pintado de la Sociedad Italiana, a las cuatro cúpulas gemelas en el cementerio, a la estación y su reflejo y a una parejita en soleado paseo dominical por las arenosas calles del Quinto Cuartel, allí donde un día se abolieron los almanaques.
Si, bueno, me dirán que en esta serie faltan los tres motivos más importantes que tiene la ciudad para captar visitantes, sí lo sé, faltan deliberadamente el Monasterio, las Termas y el Casino, con el primero no tengo nada en contrario, es más si pueden prueben los licores y dulces que allí se elaboran que son exquisitos, pasa que vos ponés Victoria en cualquier buscador y aparece el sitio en cuestión, las termas tienen poco para mostrar, sólo hay que venir, relajarse y disfrutar y en cuanto al Casino...., sólo les diría a quienes vienen exclusivamente a él que se acuerden que doce cuadras más arriba existe un lugar llamado Victoria, que es realmente muy interesante y que muy bien vale una recorrida pausada, simplemente eso.

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