jueves, 22 de septiembre de 2011

Otra visita al río dorado, atardecer sobre el San Javier, Santa Fe. Argentina

Como me había sucedido en julio, una nueva visita al río de oro me regaló colores inimaginados, aromas y sonidos desconocidos en la urbe de hierro y cemento. Un cielo de tonos indescifrables, sombras, contraluces, buenas historias y refrescantes bebidillas para la sequedad del garguero.

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